A la luz silente de un farolito callejero bailaba solo un viejo.
"Volver con la frente marchita, las nieves del tiempo marcaron mi sien.. sentir que es un soplo la vida, que veinte años no es nada, que febril la mirada errante en la sombras te busca y te nombra..." Una lágrima rodó por su mejilla mientras susurraba al compás de un amargo bandoneón imaginario. Lo miré sentada desde la otra acera. ... Dame el humo de tu boca, dame que mi pasión provoca, corre que quiero enloquecer de placer sintiendo ese calor del humo embriagador que acaba por prender la llama ardiente del amor, canté. El viejo se acomodó el sombrero y desapareció entre la niebla.
1 comment:
Quisiera haber sido testigo de ese anciano que caminaba con su frente marchita, mientras yo tras los cristales fumaba, ahi adormecido por el humo, sin Saber amar, sin tener un amante, sin devaneos.
"Dame el humo de tu boca, anda que.. asi me vuleves loco"
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