Primer cuarto:Me levanto con dolor de garganta. Avanzo catorce yardas hacia la cocina. Mis defensas tenían buenas estadísticas anteriores, pero empezaron a fallar ayer por la noche. El virus tiene una fuerte ofensiva. Posición en escopeta y formación ala.
Me baño, pero no me lavo el pelo, esperando se acomodara. Pase incompleto. Decido que se ve horrible y me doy shampoo en el lavabo. Un estornudo y mi cabeza hace touchdown con la llave. Menos mal que no se me abrió.
Segundo cuarto:
Primera y diez. Esquivo al gato con la taza de café en la mano, tratando de llegar a mi cuarto con todo el líquido dentro. Insiste en taclearme en las escaleras.
Espectáculo de medio tiempo:
Tengo que salir a la tienda, busco un Theraflu o un símil. "No tengo de ese, es que cuesta dieciseis y mejor compro de este que cuesta siete". Pues compro dos, unas cocas y porquerías diversas. Todo esto con la firme intención de comer porquerías toda la tarde.
Tercer cuarto:
Ya tomé uno de esos tecillos. Me instalo en la sala de tele, con mantitas y todo. Prendo la tele, veo un rato de Dancing with the Stars, ese programa donde los bailes no tienen nada que ver con la música. (Un quickstep al ritmo de Take On Me de Aha)
Me duermo un rato. Despierto a consecuencia de un rush de estornudos. Me duele la cabeza. Ya, de plano me fue imposible seguir tratando de evitar la gripa. No funcionó el tecillo para interceptar su avanzada. Marcación personal.
Cuarto cuarto:
Veo el Super Bowl. No realmente por que me interese. Sólo por tener algo de qué platicar. Además no hay nada mejor que ver. Películas chafas, reruns de series que he visto cientos de veces. No entiendo mucho de americano, pero no me da tanta hueva. De repente hasta me emociono: "Uutttaaaa qué peeendejo..." Me siento un poco mal. Pido tiempo. Me tomo la temperatura. Treintayocho tres. Hm. ¿Eso es fiebre, no? La fiebre del Super Bowl.