No sólo el espejo de la madrastra de Blancanieves es mágico. La verdad es que todos los espejos tienen la misma magia. ¿Os acordáis de la madrastra mala? Cogía su espejo - probablemente un espejito de bolso - y preguntaba:
-¿Quién es más bella que yo?
Y el espejo respondía. Como cualquier espejo. No te desanimes por que un espejo responda. Las respuestas no son malas, son informativas. Y de ti misma depende el uso de esas informaciones.
Pero la pregunta de la reina no tiene sentido. Y no importa. No tienes que preguntar "quién es más bella que yo". Lo mejor es preguntar al espejo: "¿cómo puedo ser más bella que yo?"
Estos son los ingredientes para un espejo mágico: 1. un espejo propiamente dicho, preferentemente de los de cuerpo entero, 2. tú misma ante el espejo; 3. valor.
Ya que hablamos de valor, apuesto a que estás preparándote para la idea de descubrir algo amedrentador. No es eso. Valor para verse en vez de imaginarse. Sólo después de verte realmente podrás empezar a imaginarte. E, incluso sin sentirlo, empezará algún plan cuyo objetivo secreto es alcanzar lo que has imaginado.
Pero recuérdalo: la imaginación sólo nos sirve cuando se basa en la realidad. Tu "material de trabajo" es la realidad sobre ti misma.
No voy a decirte lo que debes hacer para mejorar tu apariencia. No tengo la pretensión de enseñar a un pez a nadar. Sólo hay una cosa que no sabes: que sabes nadar. Quiero decir, si tienes confianza en ti misma, descubrirás que sabes mucho más de lo que piensas. Pero, de cualquier forma, estaré aquí para ayudarte a no olvidar que lo sabes.
28 de abril de 1960
Clarice Lispector
El Correo Femenino.