2.08.2010

Tanto tiempo.

Los años en las manos se dibujan, al bailar nos dan ganas de reír, en los ojos se revela el alma, en el ombligo se guarda el querer.
En la obscuridad no me da miedo, en el azul titila el mar, en los dientes se notan las arrugas, en tu voz descubrí la soledad.
Los viejos se cansan de estar parados, los payasos se quitan la nariz, las cenizas son de cielo, el dulce en el hombro se acaricia.
Acércate tú, dímelo durmiendo, bajo las sombras de las palmeras, no ha pasado tanto tiempo.


2.07.2010

Debo confesar..

Debo confesar que hoy leí a un poeta,
y saqué del anaquel instantes que tenía
guardados en la alacena de mi memoria.

Ahí, junto a los fantasmas de mi pasado
arriba de los besos robados
abajo de las heridas de guerra del amor.

Inspirada entonces hoy escribo un verso
a aquél que aún me dice "Princesa",
que cree todavía en mi belleza,
que me recuerda en canciones sin música.

Quisiera decirle algo importante:
que hoy, mañana y siempre
tendré en la mente los vestigios
de su pasado, presente y futuro amor.

1.04.2010

Y pensé...

Dejo atrás recuerdos de una noche. Una noche donde todo lo que sentí era mitad mentira, mitad verdad. Una noche donde me volví psiconauta, adentrándome en mis más profundos deseos y alejándome de mis más profundos miedos.

Respiré la piel de la noche fría como si quisiera comerme la luna, ví estrellas donde yo quise verlas, escuché fuegos artificiales y ví brillar peces de miles de colores, nadé en un mar de gelatina de naranja,sentí una cobija como un enorme abrazo reconfortante, protector. Floté.

Un extra, una muestra nada más. Una prueba de que los fantasmas están siempre en tu cabeza, y que lo más hermoso está también ahí, y que sólo necesitas un poco de voluntad para esconderlos y liberarlos.

Nah... Sólo dura un segundo. Un sueño consciente. Un instante. Flashbacks. Auf Wiedersehen.

7.27.2009

Una del mar

Debo admitirlo. Estuve a punto de dejarme ir.  Al más allá (o al más acá, depende..) Cuando ví esa ola enorme traté de sumergirme. No era la primera. Era, según mi percepción, la milésima. ¿Qué se siente estar a punto de ahogarse? No dejaba de preguntarme cómo era que él iba a llegar a mi casa a decirles a mis papás: "Su hija se ahogó en el mar." Pero por otro lado, me preguntaba qué pasaría si dejaba de mover mis brazos y piernas como desesperada. 
Eso de ahogarse en el mar tiene algo de romántico. Volverte parte de él, deshacerte entre algas y peces, convertirte en parte de una medusa, que tus huesos sean coral. El mar, tan sereno o tan violento, tan tranquilo o tan errático. Pero el hecho de que unos pescadores encuentren tu cuerpo verde y morado junto con los atunes a tres kilómetros de donde te ahogaste es lo que muy probablemente suceda y es tétrico. 
Tenía dos posibilidades: dejarme ir y esperar que la siguiente ola me vomitara en la playa y ahí, medio inconsciente, revivir escupiendo agua salada o seguir nadando hasta que el cansancio provocara la opción número uno. 
El agua revuelta a tu alrededor ensordece. 
De chica me metía en la tina horas hasta que las yemas de los dedos se me hacían pasita, y luego sumergía la cabeza para sentirme sirena. Y cantaba canciones en mi cabeza, que se oían dentro de mí como rebotadas por el agua. Me contorsionaba hasta lograr que mi ombligo quedara justito fuera como una pocita. 
Las olas son mucho más grandes cuando las ves desde dentro. 
Cuando iba a la playa con mis papás, veía cómo las olas reventaban en la arena como si quisieran enterrarse en la arena y luego se volvían mansitas mansitas como encajes blancos que se resistían a regresar.
Después de unos días (en realidad, unos minutos), una ola decidió aventarme en la arena. Escupí agua hasta por los ojos. Me sentí traicionada. Ese día no quise ver el mar. Los días siguientes, sólo lo analicé, desde lejos, pensando en lo vengativo que era. 
Pero a fin de cuentas, sigo pensando en que el mar es donde quiero estar cuando me muera.  

-----

Curiosa cosa esta que pasó: ayer justamente, una niña de 6 años se ahogó en la misma playa donde sucedió esto. 

7.09.2009

¡Hay que sumarnos a esta onda!

Me da muchísimo gusto cuando me encuentro gente que está tan obsesionada con que las cosas se escriban, se lean y se digan bien como yo. Y me encontré este fantástico blog, donde el chiste es que imprimas sus plantillas con acentos y los pegues en la vía pública donde correspondan, tomas una foto y la mandas para que la publiquen.
Así una no se siente tan neurótica.

http://acentosperdidos.blogspot.com

6.29.2009

Monday Quote


"You can spend minutes, hours, days, weeks or even months
 over-analyzing a situation, trying to put the pieces together,
 justifying what could've, would've happened... 
or you can just leave the pieces on the floor and 
move the fuck on."

-Tupac

6.28.2009

¿Qué de qué?

¿Pues qué querías? Claro que tenía que hacerlo y lo hice con la cola entre las patas como correspondía por lo hijaeputa que puedo llegar a parecer a veces y no lo soy realmente o al menos no pienso que lo sea y pues era lo que tenía que hacer. Y como era de esperarse hubo lágrimas, mocos, besos, besos con mocos y lágrimas, besos de risas ahogadas entre mocos y lágrimas, abrazos. Aunque sí debo decir que sí de repente sentí como que igual no iba a funcionar, no esta vez, o que sería la última. Ya no se y ya ni siquiera quiero pensarlo por que me duele. 

Sentí como cuando estúpidamente accedí a pasar un fin de semana de caminata y campamento y sufrí horrores con un frío de mierda y una piedra clavada en la espalda, que tenía ganas de hacer pipí pero me daba miedo que una víbora me fuera a morder el culo en la obscuridad y lloraba y lloraba nomás de pensar lo lejos que estaba de un chocolate caliente y un excusado decente; y luego cuando regresé a la civilización, oh sí la chingada rata de ciudad que soy, y mi abuela me hizo casi desnudarme para no llenarle de tierra la casa y me subí a bañar y fue el baño más pendejamente placentero que me he dado en mi vida y de mi boca salían gemiditos por que el agua estaba calientita y se iba por la coladera llena de mugre y yo poco a poco iba recuperando la esperanza en que la palabra cómodo volviera a entrar en mi vocabulario y luego me puse mi pijama oloroso a suavitel y bajé a tomarme un caldito de pollo y luego me dormí en una cama que sentía como un cirroestrato con sábanas de franela.

Así sentí entre lágrimas y mocos y ahora sonrío más. Y qué esperabas que fuera a seguir allá en el campo con el putofrío y la putapiedra aunque dicen que son experiencias inolvidables y en cierto grado lo son pero no, ni madres, ni en drogas. Mejor me quedo aquí en la camanube con sábanas de franela y pijama de suavitel. Eso me hace feliz.